El Sindicato Médico del Uruguay, preocupado por el incremento notorio de los
accidentes de tránsito, a un ritmo superior al de algunas ciudades de países desarrollados, así como a la creciente gravedad y consecuencias de los mismos, lo que se expresa por aumento de número de casos fatales o la entidad y gravedad de las lesiones producidas, ha emitido algunas reflexiones para su prevención.
Aún se perciben carencias de fiscalización tanto en la ciudad
como en carreteras, violación de limites de velocidad, y absoluta prescindencia
-por parte de los conductores y peatones- de las normativas elementales de
regulación y protección en el tránsito.
Ya en el umbral de Semana Santa, época de turismo para muchos uruguayos, de vacaciones y traslados hacia distintos puntos del territorio, resulta indispensable apuntar a esta problemática, pues desgraciadamente la estadística demuestra que los riesgos aumentan. En los hechos, la cantidad de muertos y heridos en Uruguay por accidentes de tránsito, fue mayor en el año 2000 que la de algunos países donde existen conflictos armados. El tránsito es, por nuestra propia conducta, una especie de escenario bélico.
Pueden enumerarse cuatro medidas elementales para reducir los riesgos de sufrir o causar accidentes:
1. LIMITES DE VELOCIDAD
2. USO DEL CINTURON DE SEGURIDAD
3. NIÑOS ACOMPAÑANTES DE LOS CONDUCTORES
4. ALCOHOLISMO Y MANEJO DE VEHICULOS
5. EL MATE Y EL CELULAR
1.LIMITES DE VELOCIDAD. Resulta obvio y conocido la importancia de
ajustarse a las indicaciones que existen en áreas de la ciudad y rutas. Los
letreros indicadores son para proteger a conductores y peatones y deben ser
observadas estrictamente.
2.CINTURON DE SEGURIDAD. Su utilización tiene varios fundamentos en la
prevención de lesiones graves cuando se producen accidentes de tránsito.
En primer lugar evita que los ocupantes del rodado sean proyectados al
exterior del mismo. La expulsión fuera del vehículo en general es causa de
muerte, por los graves traumatismos que produce contra el pavimento o
contra otro vehículo, generalmente sobre la cabeza del accidentado. Tanto
peores son las consecuencias cuanto más violento es el impacto, ya que en tal caso la persona es expulsada a mayor velocidad. Las posibilidades de sobrevivir en un accidente son cinco veces mayores con cinturón de seguridad que sin él.
Si los ocupantes no son expulsados del automóvil y están sin cinturón
colocado, el cuerpo puede golpear contra la estructura del automóvil
provocando alguna o varias de las siguientes lesiones: traumatismo
encéfalocraneano por impacto contra el tablero y parabrisa, traumatismo de
tórax en el conductor por la compresión contra el volante y en los
acompañantes contra el tablero delantero. En este sentido se destaca que
están relativamente protegidos los ocupantes de los asientos posteriores,
donde deberían ser colocados , de preferencia, los acompañantes ancianos o
menores. Las lesiones de abdomen pueden producirse, al igual que los
traumatismos torácicos, por compresión contra la dirección.
3.LOS NIÑOS QUE VIAJAN COMO ACOMPAÑANTES. Cuando un niño, que en general no tiene discernimiento, ni acompaña las alternativas del tránsito, va ubicado
en los asientos delanteros, las lesiones son tremendas, ya que él no adopta
ninguna actitud de defensa. Por lo que resulta homicida el desplazamiento
con niños menores de 12 años en los asientos delanteros, bajo cualquier
condición, en la ciudad o en la carretera. Las lesiones encefálicas, torácicas o abdominales ponen siempre en riesgo la vida en forma inmediata. Cuando no matan instantáneamente pueden producir lesiones de tal gravedad que obligan a la internación por períodos prolongados, sujetos a procedimientos (intubación orotraqueal, ventilación artificial, aplicación de riñón artificial, y otros) a los conductores y acompañantes de cualquier edad.
4.ALCOHOLISMO. Dos tragos de alcohol con el estómago vacío lleva la
alcoholemia a 50mg/100ml. Con estos valores de alcohol en sangre el
conductor estará impedido de manejar el vehículo.
El alcohol actúa de diferente manera:
a) Acción estimulante inicial que incita a la velocidad y a la ejecución de
maniobras arriesgadas.
b) Acción depresora que enlentece los mecanismos de reacción (tales como
frenar, doblar a tiempo, etc.), embota el juicio crítico frente a las
variables alternativas del conducir y promueve errores de valoración con
respecto a las distancias, velocidad, etc.
Más de la mitad de las muertes por accidentes de tránsito ocurren entre
peatones o automovilistas que beben.
Cualquier persona debería pensar dos veces antes de acceder a viajar en
automóvil con un conductor que ha bebido alcohol.
5. EL MATE Y EL CELULAR. Costumbre inveterada de los uruguayos, el tomar mate mientras se viaja en un vehículo puede ser causa de graves accidentes. En caso de choque o vuelco, algunos utensilios como el termo, el agua caliente y, sobre todo, la bombilla, se convierten en armas letales. No permita que se cebe y tome mate en un vehículo en movimiento. Es peligroso. Tanto como efectuar o recibir llamadas telefónicas: distraen, pueden alterar nuestros focos de atención y llevarnos a un lapsus fatal.