Centenario del cine en el Uruguay: 1896 - 18
de Julio - 1996
Kinetoscopìo
de Edison y
Cinematógrafo Lumière
Las corrientes históricas europeístas atribuyen el invento
del actual cine a los Hermanos Lumiere (1895), mientras que las menos numerosas
tesis norteamericanistas ubican el nacimiento del cine con el kinestoscopio de
Edison (1893).
Tanto el kinetoscopio como el cinematografo Lumiere
utilizaron película fotográfica similar para sus registros. Si bien el
kinetoscopio de Edison permitía únicamente la contemplación individual de la
misma a través de la mirilla de un aparato que en un sinfin contenía la
totalidad del film (ver grabado adjunto).
Edison en realidad buscaba el cine sonoro, pues ansiaba
lograr imágenes en movimiento que complementaran los sonidos reproducidos por
su fonógrafo. Al no poder concretar sus propósitos se restringió al
kinetoscopio; y por suponer que la contemplación masiva perjudicaría su
negocio, no llevó adelante la proyección sobre una pantalla que al parecer
había resuelto.
Desde un punto de vista práctico, el cinematógrafo Lumiere
aventajaba considerablemente al aparato de Edison. Pues mientras las películas
del kinetoscopio eran registradas por una voluminosa cámara del tamaño de un
escritorio de oficina de los de la época, el cinematógrafo Lumiere utilizaba
una misma cámara, de unos cinco kilos y medio de peso, para las tomas y la
proyección.
Edison no fue personalmente el responsable del kinetoscopio
sino que éste y la cámara filmadora (kinetógrafo) fueron desarrollados por
uno de sus técnicos llamado William Kennedy Laurie Dickson. La falsa paternidad
de Edison al parecer fue común a otros de sus varios y formidables inventos.
En última instancia, el nacimiento del cine debe ser asumido
como producto de un largo proceso, pues también puede otorgarse un rol
preponderante al francés Emile Reynaud y su praxinoscopio (1876/77) que devino
en el llamado Teatro Optico, donde ya existen los elementos básicos que darían
lugar al cine: proyección sobre pantalla para espectadores múltiples,
utilización de película transparente, etc. Reynaud trabajó con dibujos y no
con fotografías, aunque señaló la posibilidad de concretar la utilización
del registro fotográfico. De ahí que el dibujo animado preceda al cine.
Si nos adhirieramos a las tesis kinetoscópicas, este trabajo
sobre los inicios del cine en el Uruguay, de acuerdo a lo manifestado en el
diario El Siglo (Montevideo, julio 21 de 1896), debería retroceder aún
más en el pasado e indagar en el "kinetófono" que en nuestra ciudad
ofreciera un señor Figuer. Obivamente, la descripción del mismo (ver el
apartado "Testimonios de la prensa de la época") corresponde al
kinetoscopio, si bien el nombre "kinetófono" aquí utilizado tiene
connotaciones sonoras. Estas incognitas abren paso a investigaciones que habrán
de emprenderse en el futuro. Y desde ya quedan flotando varias atractivas
interrogantes: ¿fue el kinetófono presentado por Figuer el mismo kinetoscopio
de Edison rebautizado?, ¿acaso se experimentó en Montevideo y Buenos Aires
alguna variante que incluyó voz o música?, ¿quien fue el señor Figuer y en
que sala o local se presentó el aparato?
El "misterioso" kinetófono aparecía publicitado
en la prensa montevideana, según consta en aviso aparecido en el diario
"La Razón" (edición del 29 de julio de 1896) que ilustra este
apartado.
Y por supuesto, también ha de indagarse acerca del
praxinoscopio de Reynaud que para Duarte -segùn consigna en "Dos siglos de
Publicidad en la Historia del Uruguay"- se presentó entre los muchos
"gabinetes ópticos" que abundaron en el Montevideo del siglo XIX.
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